La editorial gallega Kalandraka ha sido galardonada este mes de octubre con el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial 2012. Vamos a servirnos de la concesión de tan merecido premio “por su aportación sobresaliente e innovadora a la vida cultural española durante 2011” para comentar dos títulos nuevos que nos han gustado especialmente.
La editorial, que la próxima primavera celebrará quince años de existencia, es un referente nacional e internacional en la publicación de álbumes ilustrados. Ha logrado en este tiempo imprimir un carácter personal a cada álbum publicado y la marca Kalandraka es ya inconfundible: la ilustración como seña de identidad (innovadora, atrevida y a veces incluso transgresora) combinada con limpios textos con los que los más pequeños desarrollen su vocabulario, se introduzcan en la poesía o revisiten a los clásicos.
La cebra Camila, El gallo Quirico, Los tres bandidos o La verdadera historia de Caperucita son solo algunos de los títulos más reconocibles del catálogo de Kalandraka. Así como Leo Lionni, Roberto Innocenti o Tomi Ungerer algunos de los autores que identificamos con la editorial. Además, desde 2008 concede el Premio Internacional Compostela de Álbumes Ilustrados con el que ha premiado el trabajo de ilustración de creadores desconocidos pero de gran proyección. El quinto y último premio, Parvada, probablemente sea más apreciado por el público adulto puesto que traza una reflexión social de difícil comprensión, pero los animales personificados de sus páginas en blanco y negro son brillantes (el título no es definitivo, y es posible que cuando llegue a las librerías en noviembre haya mutado en Bandada).
De las novedades publicadas este año 2012 por Kalandraka queremos destacar dos. La primera salió a la venta en el primer trimestre del año y su título es Letras en los cordones. Con el tema del derecho de la infancia a la escolarización presente en la narración, la autora Cristina Falcón nos cuenta a través de los ojos del hermano pequeño la pasión de Flor, su hermana mayor, por la lectura, algo incomprensible para él que no entiende todavía el significado de las letras. La tarea de acudir cada día a la escuela es agotadora y solo disfrutan de su madre el fin de semana cuando regresa de su semana laboral. A pesar de las dificultades, Flor quiere poder algún día ser maestra y ayudar a otros niños a descubrir que cuando las letras se juntan cuentas historias. La ilustradora Marina Marcolin, combinando papeles viejos, letras de imprenta, lápices y acuarelas, narra las escenas familiares con belleza y realismo, al mismo tiempo que en las páginas opuestas nos enseña al hermano pequeño jugando, peleando o tropezando con diferentes letras en sugerentes imágenes. Su precio es de 14 euros.
La otra novedad se publica estos días y se titula Nueva York en Pijarama, de los franceses Michaël Leblond y Frédérique Bertrand. Con una encuadernación en rústica muy sencilla, destaca porque contiene una lámina de acetato que crea un sorprendente efecto óptico de movimiento al sobreponerla sobre las páginas. Las ilustraciones son muy básicas, casi geométricas, pero el resultado de movimiento en diferentes escenarios de la ciudad de Nueva York es increíblemente real. Podéis comprobarlo en este video de un minuto de duración. Su precio es de 16 euros.
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